Europa está preparando una ley del “derecho a reparar” para evitar la tendencia imparable de los fabricantes de tecnología que crean dispositivos cada vez más difíciles de arreglar o actualizar. Fabricantes como Apple ponen impedimentos para que sus smartphones y tabletas se puedan reparar por el usuario o por servicios técnicos no oficiales o usando piezas de distintos suministradores. En EEUU ya hay asociaciones que promueven este “derecho a reparar” (right to repair) y ahora la Unión Europea quiere conseguir aumentar de manera significativa el reciclaje de dispositivos electrónicos con una ley llamada precisamente así, del “derecho a reparar” que obligará a que existan estándares técnicos que faciliten el intercambio de piezas y la actualización de los dispositivos.
Según explica The Guardian, menos del 40 por ciento de los residuos electrónicos de la Unión Europea se reciclan y la comisión espera aumentar radicalmente este porcentaje. La norma formará parte del llamado plan de “economía circular” que significa un nuevo modelo económico para todo el continente y que busca dejar atrás el esquema consumista de crecimiento basado en “fabricar, usar y tirar”, que según expertos de la Comisión Europea ha alcanzado su límite.
La ley, como es habitual, deberá ser aprobada por los países miembros de la Unión Europea y el Parlamento. La Comisión Europea está estudiando además un plan que permita a los usuarios revender o devolver al fabricante sus viejos teléfonos o tabletas al tiempo que se introduce un cargador común, una de las medidas que lleva tiempo impulsando la UE.
Dentro del plan para mejorar la sostenibilidad de la industria de la electrónica hay otras medidas muy interesantes, como incentivar el reciclaje de productos textiles, así como conseguir que en 2030 todos los envases y cajas sean reusables o reciclables. Según la UE, la media de envases y cajas desechados por persona en 2017 alcanzó nada menos que 173 kilos anuales. Asimismo, el plan recoge una revisión de las normas para la exportación de residuos a otros países y medidas para evitar los envíos ilegales de basura.
Virginijus Sinkevičius, comisario europeo para el medio ambiente, ha declarado que “con el crecimiento de la población mundial y el consumo, el modelo lineal nos empuja cada vez más cerca de una crisis de recursos. El único camino a seguir es desacoplar el crecimiento económico de la extracción de recursos primarios y sus impacto ambiental ”.
En EEUU, asociaciones por el derecho a reparar han intentado doblegar a grandes fabricantes como Apple que crean sus productos usando piezas pegadas o con métodos que obligan a usar herramientas y técnicas especiales que dificultan sus reparación y que ponen trabas adicionales como sistemas que impiden el uso de piezas que no vienen directamente del fabricante. Apple no ha cedido aduciendo que no se pueden reparar sus dispositivos con cualquier tipo de piezas porque podría tener resultados no deseados para la seguridad (por ejemplo el uso de baterías de menor calidad), pero sí han conseguido que Apple ofrezca más facilidades para conseguir piezas homologadas y que servicios de reparación estén autorizados para arreglar sus dispositivos (aunque con medidas de control como las certificaciones de los técnicos que también suponen una fuente de ingresos extra para Apple).
Por otro lado, Apple tiene desde hace tiempo programas de recompra de dispositivos antiguos que permiten obtener un descuento al adquirir uno nuevo, aunque generalmente es un precio bastante inferior al que se puede obtener en el mercado de segunda mano, en el que los dispositivos de Apple siempre cotizan mucho mejor que los de otros competidores.
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